miércoles, 10 de enero de 2007

Diana

Que tiempos aquellos, en los que compartíamos el mismo cuerpo Diana, primera matriz de mi existencia. Aunque la magia se haya ido deshaciendo.


Desde el momento de la concepción... cuantas cosas vivimos juntos, hystera. Tuve conciencia de tus latidos antes que de los míos; claro que no era exactamente conciencia. He recordado esos momentos de mi propio génesis en trance extático, buceando en los recuerdos, intentando sin exito el retorno. Psiconauta de la desesperación que soy. Que somos.

No me importa cuanto quieras cambiar. O que no quieras cambiar. Te conservo como ese primer motor que sigue estando. No me importa la neurosis que nubla ese sol que hace tanto, pero no tanto, fue nuestro. Que latía de a poco, y compartíamos. ¿Hubo algún momento mejor para los dos?.

El té con leche cuando volvía del colegio. Tus felicitaciones que alimentaban mi alma. Tus sonrisas, nunca hubo otras más sinceras. Tus cantos para entrar sin miedo en la inconciencia.

El resto, se disipa porque poco importa... pero sigue estando.
Feliz cumple Mamá, gracias por darme la vida.




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