La búsqueda del fundamento, en ausencia, o bajo la presencia de Dios, pareciera ser una -de las tantas- precipitaciones que la historia de Occidente muestra. Negar a Dios, esforzarse en hacerlo, escribir un libro al respecto, dar conferencias sobre el libro sobre la inexistencia de Dios, en fin armar toda una batería de conceptos y trucos para vivir sin Dios ¿acaso no representa una búsqueda del fundamento último?
Hay una palabrita que me resulta simpática. Fue acuñada por alguien que -nos guste o no- se puso a pensar A OTRO NIVEL. Si, adivinaron. Estamos hablando del GranDerrida. Ahí va:
Logofonofalocarnocentrismo.
Bueno, no me voy a poner a explicarla. Hay quienes lo hacen bastante mejor que yo (como par example: si, de vuelta adivinaron: MBC).
Alguién dirá: todo esto es una crítica a Rozitchner, a su dudosa posición política (que significa una dudosa posición metafísica (que significa una dudosa posición filosófica (que es con lo que se gana el pan de cada día) : hay algo que ya se está deslegitimando) : algo que ya se está deconstruyendo).
Bueno, puede ser.
Tampoco creo que sea tan importante criticarlo. Criticar a Rozitchner, esforzarse en hacerlo fundamentadamente, es una nimiedad. Rescato del "filósofo", su ojo comercial, y -lo más importante, aunque ¿se puede comprobar?- esa ausencia de culpa cristiana para lograr que le paguen por sus conferencias.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario