miércoles, 17 de octubre de 2007

Más velocidad en el movimiento.


Estuve dedicándome a ver sprinters, velocistas, en el Iutúb. La verdad que, salvo esos ridículos trajes que usan para correr, es todo muy zarpado, de ciencia ficción, ja.

Los ves llegar a la pista donde corren re afilados: sólo quieren ganar. Vi uno en el que corrían Michael Johnson contra Maurice Greene, y no sé si antes o después de la carrera -creo que después- una pasaba cerca del otro y le decía algo como: "te odio" o algo así. Se odian entre ellos, mal.

Son los hombres más veloces del planeta. Más allá de la construcción mentirosa del recordman como símbolo de algo, es increíble. 100 metros en nueve segundos con setenta y siete milésimas, tres milésimas más, tres menos y cambia todo. Johnson creo que fue el que cosechó más popularidad. No sé si por su cadena de oro que usaba para correr (como Mark Spitz que no se afeitaba el bigote para nadar más rápìdo) o, quizás esos episodios de doping-corte-Kusturica- también despierten algo de simpatía. Quizás también por todas las plusmarcas que registró en los 200 y 400 metros, más allá de los dobletes de Gotemburgo y Atlanta.

Los drills de Asafa Powell para correr más rápido están muy buenos; te habla en un inglés rastafarai buena onda.

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