miércoles, 24 de octubre de 2007

Fuego, histeria y dolor.


En un mundo ideal, el incendio se controla desde el principio porque no se lo deja avanzar. Hay técnicas: el control, lo ejerce el hombre sobre el fuego. No el fuego sobre el hombre.

Los árboles, según Aristóteles, sólo tienen alma vegetativa. Es decir que sus funciones son la nutrición y la reproducción. Los animales, en cambio, sienten placer y dolor; y ahí donde hay placer y dolor, hay deseo.

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