domingo, 21 de octubre de 2007

Dia "D" (la-ma-dré)

Hoy desperté como de un sueño de mil años. Hace ya más de una semana que estoy teniéndo problemas en mi cuello. Ayer a la noche tomé un miorelajante -pridinol.

Recordé que mi mamá está a muchísima distancia (Diana ¿por dónde andarás?) y confieso que no sentí ni tristeza ni nada de nada. Que bueno, pensé, escaparle a ese tipo de convenciones deficientes -también con algo de náusea- corte día de esto, día de lo otro, etc. Y todos corriendo, esforzandose en ser un poco más neuróticos. Navidad puede ser peor. En ese tipo de fiestas tan occidentales, no queda otra que asumir nuestra raigambre -tan occidental- y tomar para olvidar, seguir olvidando y tomando para seguir olvidando.

El viernes fuí a un cumplete. Llegué a la fiesta. Habían hecho sushi, sashimi, etc. incluso había unos rolls. Me encanta comer sushi; as a matter of fact, cuando vivía en Zicatela, por un breve período trabajé en un gran restaurant japonés: Sakura. Y no digo que haya aprendido los grandes secretos culinarios del "señor miyagi", pero hay algunas máximas que no han de ser olvidadas. Como por ejemplo: es muy importante cortar el pescado con un cuchillo afilado, LIMPIO y seco, porque -y no es que me haga el bon vivant con sueldo de cadete- sino que -en serio- no da arruinar una pornográfica pieza de salmón crudo, con un cuchillo que fue usado anteriormente para cortar ajo o revolver una compostera. Igual comí un montón.

En fin... hay rasgos de mi personalidad que me cuesta mucho disimular, aunque con el transcurso del tiempo voy, lentamente, mejorando.

No hay comentarios: